¡LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER ES
PARTE DE LA LIBERACIÓN DEL PROLATARIADO Y MASAS OPRIMIDAS!
¡VIVA EL FEMINISMO PROLETARIO!
“Las mujeres como los hombres son reaccionarias, centristas o revolucionarias, no pueden, por consiguiente combatir juntas la
misma batalla, en el actual panorama
humano la clase diferencia a los individuos más que el sexo.”
José
Carlos Mariátegui
LA DOBLE OPRESIÓN A LA MUJER Y EL
CAMINO A SU EMANCIPACIÓN
La
reacción, formada por las clases explotadoras (Grandes Burgueses y
Terratenientes) difunden que la mujer es inferior al hombre desde que nace y que
la opresión que sufre es un problema de
la naturaleza, niegan que sea un problema de clases sociales y con esto justifican
y mantienen su sometimiento, la empujan a ocuparse de quehaceres del hogar y la
muestran incapaz de realizar tareas importantes. Cuando surge el capitalismo,
la mujer se incorpora con más fuerza al proceso productivo arrancándola de las
cuatro paredes del hogar, adquiere su independencia económica y se rebela
contra la explotación que sufre tanto de las clases explotadoras como del
marido o del padre. La gran mayoría, las mujeres del pueblo se incorporan a las
filas del proletariado y a las clases oprimidas, mientras una minoría se
incorpora a las clases propietarias de los medios de producción, la gran
burguesía y los terratenientes. Los explotadores utilizan a la mujer del pueblo
como mano de obra barata pagando sueldos miserables e inferiores al del hombre,
así incrementan sus ganancias a costa de
su trabajo y del pueblo.
Frente
a todo esto, la reacción difunde la existencia de una “democracia con libertad e igualdad entre
hombres y mujeres”, pero estas palabras existen solo para el rico, para el pueblo hay
una dictadura de clase que nos mantiene explotados y oprimidos situación
agudizada aun mas bajo el imperialismo. Hombres y mujeres del pueblo viven bajo
la misma opresión y explotación de grandes burgueses y terratenientes a través
de su viejo Estado y gobiernos de turno. Pero esto régimen para la mujer obrera,
trabajadora, campesina y perteneciente a las masas populares significa doble opresión, junto con sufrir la opresión de clase sufre
también la opresión de sexo legada desde siglos con la aparición de la propiedad
privada. Esto genera una contradicción, a mayor opresión mayor es la
rebelión, y la mujer del pueblo adquiere
entonces un carácter doblemente revolucionario. Nosotros como Marxistas
Leninistas Maoístas nos reafirmamos en que el origen de la opresión de la mujer está
en la propiedad privada y estamos en contra de esta tesis que oculta esta
verdadera raíz que la historia misma nos ha mostrado. Ejemplos hay de sobra: el
antiguo derecho a herencia del padre solo al hijo hombre, los derechos paternos
por sobre los maternos, el hombre como jefe de hogar, las relaciones feudales existentes tanto en
el campo como en la ciudad, donde la mujer debe obedecer órdenes del padre o del marido,
etc. Opresión que adquiere nuevas formas
bajo el capitalismo hoy en su fase
superior y final el imperialismo. Lenin señala: “Donde exista el capitalismo, donde se mantiene la propiedad privada de
la tierra y la propiedad privada de las fábricas, donde se mantiene el poder
del capital, los hombre siguen gozando de privilegios”. (Las tareas del
movimiento obrero femenino en la República Soviética).

Cuando
Marx en el manifiesto señala que el capitalismo creó al proletariado y cavó su
propia tumba, también el capitalismo sentó las bases para la emancipación de la
mujer pues es el proletariado la única clase capaz de dirigir y garantizar la
abolición de la propiedad privada y el camino a la sociedad sin clases
sociales, el comunismo. Pero como la ideología del proletariado el Marxismo
Leninismo Maoísmo lo señaló, antes de esto el pueblo debe conquistar el poder
bajo dirección del proletariado mediante la revolución, lucha armada con que
se derroca y destruye el poder de los
enemigos de clase. Esta revolución en países semicoloniales y semifeudales como
los nuestros deben pasar por una etapa
democrático-nacional que destruirá las
tres grandes cadenas que oprimen a todo
el pueblo: El imperialismo, la gran
burguesía y los terratenientes, cadenas
que para la mujer popular se refleja en los altos índices de cesantía,
en la sobreexplotación como mano de obra barata, sueldos bajos, malos tratos, humillaciones en los trabajos y en la opresión feudal tanto en el campo como en la ciudad relegadas
y obligadas a los quehaceres del hogar.
Siendo
guiada y dirigida por el proletariado Esta revolución garantizará de manera ininterrupida el paso a una
revolución socialista que mediante la dictadura proletaria (democracia para el
pueblo, dictadura para las clases explotadoras) destruirá la base económica de
la sociedad burguesa, el modo de producción burgués y su propiedad, sustituyéndola por la socialización de la producción,
avanzando inevitablemente hasta el comunismo, la sociedad sin clases sociales.
Prueba de ello ha sido lo logrado y conquistado respecto a las reivindicaciones
femeninas en la revolución rusa y revolución china, las que avanzaron en poco
tiempo lo que ni en 100 años pudo conseguir ninguna república burguesa, siendo
revoluciones que incorporaron a la mujer como una parte fundamental de sus
filas. De esta forma el triunfo del proletariado abre la puerta a la
emancipación de la mujer pero a la vez, como planteó Lenin, el triunfó de esta depende del grado en que
participen las mujeres .
La
mujer que desea su emancipación y la de su pueblo debe ser combativa, decidida
y luchadora, debe participar al igual que el hombre de la batalla decisiva
donde el pueblo ajustará cuentas con los opresores. Solo luchando por la
liberación del pueblo la mujer logrará su liberación.
FRENTE A LOS PLANES DE LA REACCIÓN ¡LEVANTAR
LAS REIVINDICACIONES DE LAS MUJERES POPULARES COMO PARTE DE LAS
REIVINDICACIONES DE TODO EL PUEBLO!
El
imperialismo principalmente norteamericano dirige el plan de la reacción en nuestro
país mediante su miserable títere Bachelet,
este plan tiene tres tareas principales: Restructuración del Viejo Estado, Profundización
del Capitalismo Burocrático y Prevenir el asenso de la lucha de las masas por
sus demandas. Cada una de estas tareas se expresa también en la situación de
las mujeres de las clases explotadas. La reestructuración del viejo Estado
junto con las reformas principales
(tributaria-laboral-pensiones-educación-constitucional) buscan también
profundizar la incorporación de mujeres serviles a la reacción en cargos
públicos, esto para engañar con su demagogia de igualdad entre "hombres y mujeres".
Para eso crean cupos en el senado, y un ministerio nuevo de "la mujer y la
equidad de género" que a la mujer obrera, trabajadora u campesina no le
beneficia en nada.
Las
reformas y nuevas leyes laborales que
tanto difunde el gobierno y sus lacayos revisionistas del falso Partido
Comunista (comunistas de palabra y burgueses en los hechos) buscan mantener y
empeorar las condiciones precarias en las que trabaja la mujer y seguir
engordando aún más los bolsillos de los grandes burgueses. Potencian sus
sindicatos vendidos que están bajo control del patrón para detener la lucha por
reivindicaciones laborales y salariales de nuestro pueblo, quieren controlar
las huelgas y detenerlas para no perjudicar al
"al sector productivo" como le llama Bachelet.
Profundizarán
el subsidio al empleo mujer, con el denominado bono a la mujer trabajadora que
obliga a la mujer del pueblo a entramparse en papeleos de por míseros 30.000
pesos, mientras que el gran burgués se queda con un "bono", un
subsidio entregado por el Estado a su empresa para “incentivar la contratación
de mujeres”. Es decir, el explotador se
llena los bolsillos a costa de la explotación del pueblo y en especial de las
mujeres, porque además de estar amparado por la ley para entregarle sueldos
menores al de un hombre, recibe dinero extra del Viejo Estado por contratarlas,
negocio redondo, invierte menos y gana
más.
Por
otro lado está reajuste de la ley de
"condiciones de trabajo de las Trabajadora de casa particular” que lo único que busca es perfeccionar el
sistema de cotizaciones con que al pueblo le roban parte del sueldo, junto con
profundizar las condiciones precarias en que se encuentran las trabajadoras
domesticas tanto puertas afuera como puertas adentro.
Este
reajuste implica para trabajadoras puerta afuera la legalización de largas
jornadas de hasta 12 horas diarias con un máximo de 45 horas semanales con
míseros 30 minutos de descanso por
jornada, mientras que para las
trabajadoras puertas adentro las largas jornadas de 12 horas son todos los días.
En ambos caso, el patrón/a pagando el sueldo mínimo se da el lujo de
sobreexplotar a las trabajadoras, y amenazar los días de descanso establecidos
obligándolas a tomar horas extras para subir el mísero sueldo y no perder el trabajo. A esto se suma
causales de despidos arbitrarios como despidos por enfermedad contagiosa o
desahucio. Toda esta farsa desenmascara como el viejo estado y su gobierno de
turno difunde un feminismo burgués, oprimiendo doblemente a las masas femeninas
del pueblo, relegándolas incluso y bajo condiciones deplorables a los quehaceres
del hogar del gran burgués en su barrios altos.
Para
prevenir el asenso de la lucha violenta de las masas por sus demandas, utilizan
abiertamente la demagogia y la corporativización arrojando bonos y subsidios
mediante programas sociales que son pantallas para que los burócratas roben. Buscan
detener la lucha por mejores condiciones. Bono marzo, bono por hijo, subsidio
por maternidad, asignaciones familiares, todas se traducen en miserables sumas
de dinero, en sueldos mínimos y de hambre, en un salario ético familiar que se
sustenta en el robo que realizan al pueblo con las cotizaciones para tener
educación precaria, salud precaria vejez precaria. Nuestro pueblo tiene que
sacrificar días enteros tocando puertas, pidiendo papeles para seguir en la
pobreza.
Por otro lado en el campo, la opresión terrateniente y feudal la empuja a condiciones de servidumbre dentro de los fundos donde la legalidad burguesa no existe les imponen tratos humillantes. El latifundista acostumbrado a hacer lo que se le da la gana, ve a la mujer como animal de carga y como un objeto servil a sus intereses. La mujer campesina, atada a la feudalidad y al problema de la tierra es obligada muchas veces a los quehaceres del hogar o a obedecer al marido, la falta de tierra la empuja a trabajar en condiciones precarias como mano de obra barata en la ciudades, o de temporera soportando largas jornadas de trabajo por sueldos incluso inferiores al mínimo arriesgando su salud por falta de implementos, descansos y almuerzos, y en la ciudad cuando sale a vender sus productos es reprimida por la policía junto a las mujeres ambulantes.
Frente
a todos los problemas de las mujeres de nuestro pueblo, a las masas no les
sirve la consigna burguesa del aborto legal porque no resuelve en nada las
malas condiciones de explotación y opresión de la mujer. Más bien tiene como
verdadera intención el control de
natalidad. Con esta nueva ley el Viejo Estado se lava las manos y en vez de
mejorar las condiciones de trabajo de la
mujer, de asegurar el bienestar y salud de los futuros hijos del pueblo, de
abastecerlo con salas cunas, jardines gratuitos y buenos, de mejorar el
miserable sistema de salud pública, prefieren una ley de aborto, mientras la
mujer del pueblo a pesar de vivir empobrecida lucha por criar y alimentar a sus
hijos. Se dicta esta ley pero las mujeres siguen recibiendo sueldos menores a
un hombre por el mismo trabajo, siguen siendo rechazadas para ingresar a
trabajos por la posibilidad de quedar embarazadas o despedidas ilegalmente
cuando lo están.
No
estamos en contra de que una mujer decida interrumpir un embarazo por salvar su
vida cuando se ve en riesgo, no estamos en contra de que una mujer decida dar o
no dar a luz por que su hijo va a nacer muerto, ni tampoco en el caso de
violación. Estamos en contra de utilizar esta ley para camuflar los verdaderos
y más urgentes problemas de la mujer del pueblo. Estamos en contra de que se
oculten todas las malas condiciones que obligan a la mujer a tener embarazos con
riesgo de salud por la sobreexplotación en el trabajo, la violencia en el hogar
agudizada por la pobreza y la salud precaria y negligente. Estamos en contra de
que el costo de la vida suba y
existan salarios de hambre, de que el estado entregue viviendas miserables
donde los hijos del pueblo se enferman en el invierno y donde muchos no tienen
casa propia acorde a las necesidades y extensión de la familia, donde una gran
parte de las mujeres se encuentra sin trabajo o con empleos inestables. Estamos
en contra de que gran parte del pueblo no pueda acceder a una alimentación saludable y de calidad al
igual que medicina para todo tipo de enfermedad, pero de todos estos problemas nada
habla Bachelet porque está al servicio
de quienes nos oprimen. Nosotros por el contrario tenemos muy claro que nuestro
pueblo aún así decide luchar y no dejarse derrotar, y eso se refleja en las
mujeres y las madres que son parte de nuestro pueblo. La consigna del aborto
hoy en día esta manoseada tanto por el viejo Estado como por las organizaciones
feministas burguesas y pequeñoburguesas que no dicen nada de la mujer del pueblo, solo
velan por sus propios intereses y justifican el aborto por la sencilla razón de
que no quieren perder "sus libertades", porque sienten que un hijo
"las amarra" y todo eso lo encubren con el cuento de "poder
decidir sobre su cuerpo" . A eso le podríamos llamar aborto por un mero
capricho pequeñoburgués, completamente opuesto a la actitud que toma una mujer
del pueblo con sus hijos, mujer que lucha por las actuales y futuras
generaciones.
Sabemos
que donde existe propiedad privada, ni la mujer ni el pueblo lograrán su
emancipación, por eso en el camino hacia la sociedad sin clases, hacia la eterna
armonía en donde no existirá opresión alguna, la mujer obrera, campesina,
trabajadora y del resto de las masas populares debe al igual que el pueblo
luchar por sus propias y verdaderas reivindicaciones. Las mujeres democráticas,
combativas, revolucionarias, todas las mujeres explotadas y oprimidas deben
luchar en contra de la doble opresión que sufren: conquistar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, igualdad efectiva ante la ley luchando porque no existan diferencias y velando
porque se respeten las garantías que se hayan conquistado; por la incorporación
de todo el sexo femenino al proceso productivo y a la actividad laboral, junto
con la lucha que da todo el pueblo por mejores condiciones laborales, mejoras
salariales, etc; rebelarce en contra de todo prejuicio y humillación, en contra
de todo feudalismo que busca oprimirla y hacerla objeto sexual y servil al
hombre.
En la lucha reivindicativa tanto del campo como en la ciudad las
mujeres se incorporan luchando junto con los hombres por mejorar las
condiciones de todo el pueblo y adquiere una posición de avanzada en la lucha. La
mujer va junto al hombre a exigir sus reivindicaciones y en la revolución va a
la batalla definitiva por la conquista
del poder y el barrimiento de la explotación de la faz de la tierra. Los Marxistas Leninistas Maoístas tenemos la tarea de impulsar la lucha
reivindicativa de las mujeres principalmente obreras y campesinas, movilizándolas en torno a las
reivindicaciones del pueblo y las propias, generando con ellas propaganda
alusiva a su lucha y a su emancipación, politizarlas
creando conciencia clasista en ellas y organizándolas
bajo la dirección del Proletariado para hacerlas parte de la batalla
definitiva porque el éxito de la revolución es imposible sin la participación
de las mujeres que son la mitad de la población.

¡ABAJO BACHELET Y SU FALSA DEFENSA A LA MUJER QUE MANTIENE LA OPRESIÓN Y EXPLOTACIÓN DE TODAS LAS MASAS POPULARES!
MOVIMIENTO JUVENIL POPULAR