domingo, 8 de marzo de 2015

¡VIVA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER PROLETARIA!

¡LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER ES PARTE DE LA LIBERACIÓN DEL PROLATARIADO Y MASAS OPRIMIDAS!
¡VIVA EL FEMINISMO PROLETARIO!

“Las mujeres como los hombres son reaccionarias, centristas o  revolucionarias, no  pueden, por consiguiente combatir juntas la misma batalla, en  el actual panorama humano la clase diferencia a los individuos más que el sexo.”
José Carlos Mariátegui

LA DOBLE OPRESIÓN A LA MUJER Y EL CAMINO A SU EMANCIPACIÓN

La reacción, formada por las clases explotadoras (Grandes Burgueses y Terratenientes) difunden que la mujer es inferior al hombre desde que nace y que la opresión que sufre es un problema  de la naturaleza, niegan que sea un problema de clases sociales y con esto justifican y mantienen su sometimiento, la empujan a ocuparse de quehaceres del hogar y la muestran incapaz de realizar tareas importantes. Cuando surge el capitalismo, la mujer se incorpora con más fuerza al proceso productivo arrancándola de las cuatro paredes del hogar, adquiere su independencia económica y se rebela contra la explotación que sufre tanto de las clases explotadoras como del marido o del padre. La gran mayoría, las mujeres del pueblo se incorporan a las filas del proletariado y a las clases oprimidas, mientras una minoría se incorpora a las clases propietarias de los medios de producción, la gran burguesía y los terratenientes. Los explotadores utilizan a la mujer del pueblo como mano de obra barata pagando sueldos miserables e inferiores al del hombre, así incrementan sus ganancias  a costa de su trabajo y del pueblo.  

Frente a todo esto, la reacción difunde la existencia de una  “democracia con libertad e igualdad entre hombres y mujeres”, pero estas palabras   existen solo para el rico, para el pueblo hay una dictadura de clase que nos mantiene explotados y oprimidos situación agudizada aun mas bajo el imperialismo. Hombres y mujeres del pueblo viven bajo la misma opresión y explotación de grandes burgueses y terratenientes a través de su viejo Estado y gobiernos de turno. Pero esto régimen para la mujer obrera, trabajadora, campesina y perteneciente a las masas populares  significa doble opresión,  junto con sufrir la opresión de clase sufre también la  opresión de sexo legada  desde siglos con la aparición de la propiedad privada. Esto genera una contradicción, a mayor opresión mayor es la rebelión, y la mujer del pueblo  adquiere entonces un carácter doblemente revolucionario. Nosotros como Marxistas Leninistas Maoístas nos reafirmamos en  que el origen de la opresión de la mujer está en la propiedad privada y estamos en contra de esta tesis que oculta esta verdadera raíz que la historia misma nos ha mostrado. Ejemplos hay de sobra: el antiguo derecho a herencia del padre solo al hijo hombre, los derechos paternos por sobre los maternos, el hombre como jefe de hogar,  las relaciones feudales existentes tanto en el campo como en la ciudad, donde la mujer  debe obedecer órdenes del padre o del marido, etc.  Opresión que adquiere nuevas formas bajo el capitalismo  hoy en su fase superior y final el imperialismo. Lenin señala: “Donde exista el capitalismo, donde se mantiene la propiedad privada de la tierra y la propiedad privada de las fábricas, donde se mantiene el poder del capital, los hombre siguen gozando de privilegios”. (Las tareas del movimiento obrero femenino en la República Soviética).

Así, con el desarrollo de las luchas del pueblo, la mujer popular comprende en carne propia la necesidad inmediata de luchar por su liberación y la destrucción del orden burgués que la oprime doblemente. La mujer como parte de las masas oprimidas  se hace partícipe de la lucha del pueblo, adquiere en ella un papel fundamental y activo, y con ello descubre el camino a su emancipación: la destrucción del derecho que da origen a su opresión, la propiedad privada.
Cuando Marx en el manifiesto señala que el capitalismo creó al proletariado y cavó su propia tumba, también el capitalismo sentó las bases para la emancipación de la mujer pues es el proletariado la única clase capaz de dirigir y garantizar la abolición de la propiedad privada y el camino a la sociedad sin clases sociales, el comunismo. Pero como la ideología del proletariado el Marxismo Leninismo Maoísmo lo señaló, antes de esto el pueblo debe conquistar el poder bajo dirección del proletariado mediante la revolución, lucha armada con que se  derroca y destruye el poder de los enemigos de clase. Esta revolución en países semicoloniales y semifeudales como los nuestros  deben pasar por una etapa democrático-nacional   que destruirá las tres grandes cadenas que  oprimen a todo el pueblo:   El imperialismo, la gran burguesía y los terratenientes, cadenas  que para la mujer popular se refleja en los altos índices de cesantía, en la sobreexplotación como mano de obra barata, sueldos bajos, malos tratos, humillaciones en los trabajos y en la opresión feudal  tanto en el campo como en la ciudad relegadas y obligadas  a los quehaceres del hogar. 
Siendo guiada y dirigida por el proletariado Esta revolución garantizará  de manera ininterrupida el paso a una revolución socialista que mediante la dictadura proletaria (democracia para el pueblo, dictadura para las clases explotadoras) destruirá la base económica de la sociedad burguesa, el modo de producción burgués y su propiedad,  sustituyéndola  por la socialización de la producción, avanzando inevitablemente hasta el comunismo, la sociedad sin clases sociales. Prueba de ello ha sido lo logrado y conquistado respecto a las reivindicaciones femeninas en la revolución rusa y revolución china, las que avanzaron en poco tiempo lo que ni en 100 años pudo conseguir ninguna república burguesa, siendo revoluciones que incorporaron a la mujer como una parte fundamental de sus filas. De esta forma el triunfo del proletariado abre la puerta a la emancipación de la mujer pero a la vez, como planteó Lenin,  el triunfó de esta depende del grado en que participen las mujeres .
La mujer que desea su emancipación y la de su pueblo debe ser combativa, decidida y luchadora, debe participar al igual que el hombre de la batalla decisiva donde el pueblo ajustará cuentas con los opresores. Solo luchando por la liberación del pueblo la mujer logrará su liberación.

FRENTE A LOS PLANES DE LA REACCIÓN ¡LEVANTAR LAS REIVINDICACIONES DE LAS MUJERES POPULARES COMO PARTE DE LAS REIVINDICACIONES DE TODO EL PUEBLO!

El imperialismo principalmente norteamericano dirige el plan de la reacción en nuestro país mediante  su miserable títere Bachelet, este plan tiene tres tareas principales: Restructuración del Viejo Estado, Profundización del Capitalismo Burocrático y Prevenir el asenso de la lucha de las masas por sus demandas. Cada una de estas tareas se expresa también en la situación de las mujeres de las clases explotadas. La reestructuración del viejo Estado junto con las reformas principales (tributaria-laboral-pensiones-educación-constitucional) buscan también profundizar la incorporación de mujeres serviles a la reacción en cargos públicos, esto para engañar con su demagogia de igualdad entre "hombres y mujeres". Para eso crean cupos en el senado, y un ministerio nuevo de "la mujer y la equidad de género" que a la mujer obrera, trabajadora u campesina no le beneficia en nada.
Las reformas y  nuevas leyes laborales que tanto difunde el gobierno y sus lacayos revisionistas del falso Partido Comunista (comunistas de palabra y burgueses en los hechos) buscan mantener y empeorar las condiciones precarias en las que trabaja la mujer y seguir engordando aún más los bolsillos de los grandes burgueses. Potencian sus sindicatos vendidos que están bajo control del patrón para detener la lucha por reivindicaciones laborales y salariales de nuestro pueblo, quieren controlar las huelgas y detenerlas para no perjudicar al  "al sector productivo" como le llama Bachelet.
Profundizarán el subsidio al empleo mujer, con el denominado bono a la mujer trabajadora que obliga a la mujer del pueblo a entramparse en papeleos de por míseros 30.000 pesos, mientras que el gran burgués se queda con un "bono", un subsidio entregado por el Estado a su empresa para “incentivar la contratación de mujeres”. Es  decir, el explotador se llena los bolsillos a costa de la explotación del pueblo y en especial de las mujeres, porque además de estar amparado por la ley para entregarle sueldos menores al de un hombre, recibe dinero extra del Viejo Estado por contratarlas, negocio redondo,  invierte menos y gana más.
Por otro lado está reajuste de la ley de  "condiciones de trabajo de las Trabajadora de casa particular”  que lo único que busca es perfeccionar el sistema de cotizaciones con que al pueblo le roban parte del sueldo, junto con profundizar las condiciones precarias en que se encuentran las trabajadoras domesticas tanto puertas afuera como puertas adentro.
Este reajuste implica para trabajadoras puerta afuera la legalización de largas jornadas de hasta 12 horas diarias con un máximo de 45 horas semanales con míseros 30 minutos  de descanso por jornada,  mientras que para las trabajadoras puertas adentro las largas jornadas de 12 horas son todos los días. En ambos caso, el patrón/a pagando el sueldo mínimo se da el lujo de sobreexplotar a las trabajadoras, y amenazar los días de descanso establecidos obligándolas a tomar horas extras para subir el mísero sueldo  y no perder el trabajo. A esto se suma causales de despidos arbitrarios como despidos por enfermedad contagiosa o desahucio. Toda esta farsa desenmascara como el viejo estado y su gobierno de turno difunde un feminismo burgués, oprimiendo doblemente a las masas femeninas del pueblo, relegándolas incluso y bajo condiciones deplorables a los quehaceres del hogar del gran burgués en su barrios altos.  
Para prevenir el asenso de la lucha violenta de las masas por sus demandas, utilizan abiertamente la demagogia y la corporativización arrojando bonos y subsidios mediante programas sociales que son pantallas para que los burócratas roben.   Buscan detener la lucha por mejores condiciones. Bono marzo, bono por hijo, subsidio por maternidad, asignaciones familiares, todas se traducen en miserables sumas de dinero, en sueldos mínimos y de hambre, en un salario ético familiar que se sustenta en el robo que realizan al pueblo con las cotizaciones para tener educación precaria, salud precaria vejez precaria. Nuestro pueblo tiene que sacrificar días enteros tocando puertas, pidiendo papeles para seguir en la pobreza.


Por otro lado  en el campo, la opresión terrateniente y feudal la empuja a condiciones de servidumbre dentro de los fundos donde la legalidad burguesa no existe les imponen tratos humillantes. El latifundista  acostumbrado a hacer lo que se le da la gana, ve a la mujer como animal de carga y como un objeto servil a sus intereses. La mujer campesina, atada a la feudalidad y al problema de la tierra es obligada muchas veces a los quehaceres del hogar o a obedecer al marido,  la falta de tierra la empuja a trabajar en condiciones precarias como mano de obra barata en la ciudades, o de temporera soportando largas jornadas de trabajo por sueldos incluso inferiores al mínimo arriesgando su salud por falta de implementos, descansos y almuerzos, y en la ciudad cuando sale a vender sus productos es reprimida por la policía junto a las mujeres ambulantes.  
 
Frente a todos los problemas de las mujeres de nuestro pueblo, a las masas no les sirve la consigna burguesa del aborto legal porque no resuelve en nada las malas condiciones de explotación y opresión de la mujer. Más bien tiene como verdadera  intención el control de natalidad. Con esta nueva ley el Viejo Estado se lava las manos y en vez de mejorar  las condiciones de trabajo de la mujer, de asegurar el bienestar y salud de los futuros hijos del pueblo, de abastecerlo con salas cunas, jardines gratuitos y buenos, de mejorar el miserable sistema de salud pública, prefieren una ley de aborto, mientras la mujer del pueblo a pesar de vivir empobrecida lucha por criar y alimentar a sus hijos. Se dicta esta ley pero las mujeres siguen recibiendo sueldos menores a un hombre por el mismo trabajo, siguen siendo rechazadas para ingresar a trabajos por la posibilidad de quedar embarazadas o despedidas ilegalmente cuando lo están.

No estamos en contra de que una mujer decida interrumpir un embarazo por salvar su vida cuando se ve en riesgo, no estamos en contra de que una mujer decida dar o no dar a luz por que su hijo va a nacer muerto, ni tampoco en el caso de violación. Estamos en contra de utilizar esta ley para camuflar los verdaderos y más urgentes problemas de la mujer del pueblo. Estamos en contra de que se oculten todas las malas condiciones que obligan a la mujer a tener embarazos con riesgo de salud por la sobreexplotación en el trabajo, la violencia en el hogar agudizada por la pobreza y la salud precaria y negligente. Estamos  en contra de  que  el costo de la vida suba y existan salarios de hambre, de que el estado entregue viviendas miserables donde los hijos del pueblo se enferman en el invierno y donde muchos no tienen casa propia acorde a las necesidades y extensión de la familia, donde una gran parte de las mujeres se encuentra sin trabajo o con empleos inestables. Estamos en contra de que gran parte del pueblo no pueda acceder a  una alimentación saludable y de calidad al igual que medicina para todo tipo de enfermedad, pero de todos estos problemas nada habla Bachelet  porque está al servicio de quienes nos oprimen. Nosotros por el contrario tenemos muy claro que nuestro pueblo aún así decide luchar y no dejarse derrotar, y eso se refleja en las mujeres y las madres que son parte de nuestro pueblo. La consigna del aborto hoy en día esta manoseada tanto por el viejo Estado como por las organizaciones feministas burguesas y pequeñoburguesas  que no dicen nada de la mujer del pueblo, solo velan por sus propios intereses y justifican el aborto por la sencilla razón de que no quieren perder "sus libertades", porque sienten que un hijo "las amarra" y todo eso lo encubren con el cuento de "poder decidir sobre su cuerpo"  .  A eso le podríamos llamar aborto por un mero capricho pequeñoburgués, completamente opuesto a la actitud que toma una mujer del pueblo con sus hijos, mujer que lucha por las actuales y futuras generaciones.
Sabemos que donde existe propiedad privada, ni la mujer ni el pueblo lograrán su emancipación, por eso en el camino hacia la sociedad sin clases, hacia la eterna armonía en donde no existirá opresión alguna, la mujer obrera, campesina, trabajadora y del resto de las masas populares debe al igual que el pueblo luchar por sus propias y verdaderas reivindicaciones. Las mujeres democráticas, combativas, revolucionarias, todas las mujeres explotadas y oprimidas deben luchar en contra de la doble opresión que sufren: conquistar la igualdad salarial entre hombres y mujeres, igualdad efectiva ante la ley  luchando porque no existan diferencias y velando porque se respeten las garantías que se hayan conquistado; por la incorporación de todo el sexo femenino al proceso productivo y a la actividad laboral, junto con la lucha que da todo el pueblo por mejores condiciones laborales, mejoras salariales, etc; rebelarce en contra de todo prejuicio y humillación, en contra de todo feudalismo que busca oprimirla y hacerla objeto sexual y servil al hombre.

En la lucha reivindicativa tanto del campo como en la ciudad las mujeres se incorporan   luchando junto con los hombres por mejorar las condiciones de todo el pueblo y adquiere una posición de avanzada en la lucha. La mujer va junto al hombre a exigir sus reivindicaciones y en la revolución va a la batalla definitiva  por la conquista del poder y el barrimiento de la explotación de la faz de la tierra.  Los Marxistas Leninistas Maoístas tenemos la tarea de impulsar la lucha reivindicativa de las mujeres principalmente obreras y campesinas, movilizándolas en torno a las reivindicaciones del pueblo y las propias, generando con ellas propaganda alusiva a su lucha y a su emancipación, politizarlas creando conciencia clasista en ellas y organizándolas bajo la dirección del Proletariado para hacerlas parte de la batalla definitiva porque el éxito de la revolución es imposible sin la participación de las mujeres que son la mitad de la población.

OBRERA, CAMPESINA Y MUJER PERTENECIENTE A LAS MASAS POPULARES, ¡A LUCHAR POR TUS REIVINDICACIONES Y LAS DE TODO EL PUEBLO!

¡ABAJO BACHELET Y SU FALSA DEFENSA A LA MUJER QUE MANTIENE LA OPRESIÓN Y EXPLOTACIÓN DE TODAS LAS MASAS POPULARES!







MOVIMIENTO JUVENIL POPULAR