martes, 25 de agosto de 2015

NI CONADI, NI MINISTROS, !ORGANIZAR LA VIOLENCIA REVOLUCINARIA PARA CONFISCAR LA TIERRA!

El Movimiento Juvenil popular saluda la justa lucha por la tierra que las comunidades mapuche levantan enfrentando las arremetidas represivas del Estado burgués-terrateniente y su gobierno de turno encabezado hoy por Bachelet, sanguinaria  lacaya del imperialismo yanqui. Los saltos y avances que ha desarrollado la lucha campesina, expresada en la lucha de las comunidades mapuche como una avanzada, ha sido fruto de largas jornadas de protestas, tomas de fundo, ataques a la propiedad terrateniente y al capital burocrático del imperialismo y la gran burguesía expresado en las forestales, desarrollo que tuvo un hito político con los hechos del terrateniente Lushinger-Mackay al poner al centro del debate la cuestión de la organización de la violencia revolucionaria en el campo y al desenmascarar al oportunismo indianista de la CAM de Llaitul quienes tomaron posición por los enemigos de clase delatando a comunidades y compañeros mapuche.

Esta violencia revolucionaria que ha ido incrementándose en la lucha de las masas oprimidas del campo y la ciudad necesita ser organizada bajo una forma superior que nos permita poner fin a los problemas postergados generación tras generación. Nosotros los maoístas planteamos que el problema de la tierra no será resuelto por "voluntades políticas" de los gobiernos de turno, ni tampoco por ningún ministro o institución del podrido viejo Estado chileno,  pues este es el instrumento de opresión con que el imperialismo y sus lacayos, terratenientes y grandes burgueses imponen su dictadura de clase a  todo el pueblo.  No será la podrida CONADI, sus programas sociales, sus consultas indígenas, sus nuevos ministerios  o sus cambios constitucionales bajo la demagogia del "reconocimiento político"  quienes resolverán el problema de la tierra, por el contrario, todas estas medidas solo reflejan sus políticas de corte fascista, y el pacifismo electoral con el que nos quieren desviar y empantanar para ellos reajustar el viejo Estado y mantenernos oprimidos.  Los enemigos jamás entregaran de buena gana las propiedades y riquezas que ostentan a costa del sudor del pueblo, por el contrario las defenderán con fusiles, asesinando, encarcelando y militarizando sus fuerzas y bases policiales como siempre lo han hecho. Y si sabemos esto ¿se resolverá el problema con que un ministro visite la zona? ¿Qué se resolvió cuando el demagogo y fascista Huenchumilla visito ciertas comunidades?  NADA, Los políticos feudal-burgueses saben la opresión en que vivimos, pues ellos la crean y mantienen.  El ministerio de desarrollo social tiene por objetivo aplicar planes corporativistas en las masas,  inventariar nuestra realidad para evitar la explosividad popular y apaciguar la lucha con sus miserables programas sociales, por eso hay  un revisionista del falso partido comunista en ese cargo, pues ese es el papel que tiene ese  partido contrarrevolucionario, enemigo del pueblo y renegado del marxismo.   

Si el  problema de la tierra existe es porque el poder feudal de la clase terrateniente no ha sido barrido y persiste sujetado a la dirección de la gran burguesía con quienes están aliados bajo los intereses del imperialismo principalmente yanqui. Todo el pueblo vive bajo  tres cadenas: la semifeudalidad, la semicolonialidad y el capitalismo burocrático y solo una revolución por la conquista del poder podrá destruirlas y así  resolver el problema de la tierra,  una guerra popular del campo a la ciudad que confisque la gran propiedad terrateniente sin pago ni indemnización  alguna para que pase a manos del campesinado principalmente pobre. Nosotros somos partidarios de la destrucción por partes de este viejo Estado y la construcción simultanea por partes, del nuevo Estado democrático popular a partir de la organización de Bases de Apoyo, regiones rurales en las que se destruye el poder local y se levanta un poder popular, bases de apoyo que servirán para extender la revolución a todo el país,  un proceso armado en que las masas populares se unifican en torno a la nueva cultura de la revolución, de la organización de la violencia revolucionaria y de la nueva sociedad libre de explotación y opresión. Solo teniendo el poder conquistado en todo el país, será posible resolver los problemas de la autodeterminación, porque esta no se reclama ni se pide a un viejo Estado, más bien se conquista con un nuevo Estado resultante de la acción armada de las masas populares, un Estado de ellas mismas, un Estado democrático popular forjado con guerra popular.  Para ello, el campesinado debe unificarse en todo el país y formar con las demás clases que componen el pueblo un frente único popular dirigido por el proletariado para así confiscar toda la tierra a los terratenientes junto con la propiedad de grandes burgueses y el capital imperialista para el pueblo. Si todas las masas populares sufren una única y misma explotación y opresión bajo un mismo y único viejo Estado,  la revolución implica la liberación de todas la masas populares y no solo una parte de ellas, por eso un estado mapuche dentro del Viejo Estado chileno no solo mantendrá la opresión si no que además generará nuevos opresores, nuevos latifundistas, nuevos políticos burgueses, por lo que el apelar al reconocimiento político, constitucional y la voluntad política de los explotadores solo generará beneficios para una minoría que se acomodará con los opresores  a costa de la lucha de todo el pueblo.

¡VIVA LA JUSTA LUCHA POR LA TIERRA!
¡APLASTAR A TERRATENIENTES Y GRANDES BURGUESES, LACAYOS DEL IMPERIALISMO PRINCIPALMENTE YANQUI!

Movimiento Juvenil Popular